Como método tiene su propio lenguaje, sus palabras clave y una terminología que ayuda a entender la filosofía por la que nació y que encierran sus principios. Se trata de observar, obtener datos de forma continua y medir para corregir y eliminar aquellos procesos o tareas que no aportan valor al producto final o al cliente final.
Eliminar pérdidas por demoras, ineficiencias, fallos en los equipos o en el proceso de trabajo, interrupciones, movimiento excesivo, pérdida de productividad. En definitiva, toda acción que persiguen la excelencia, la calidad y la creación de valor para nuestro cliente, que se sitúa dentro del modelo como lugar central desde el que analizarlo todo.
El pensamiento LEAN se expresa en sus 5 principios básicos:
1- El valor radica en identificar lo que es, lo que se aporta para solucionar el problema de un cliente. Es lo que el cliente está dispuesto a pagar activamente. Cualquier actividad o proceso que no aporte valor al producto final se considera desperdicio. Existen principalmente tres fuentes origen de los desperdicios:
- Muda: Actividades que no aportan valor al producto.
- Muris: Son irregularidades.
- Muras: Parte del proceso que están sometidas a sobrecargas.
2- Identificar la cadena de valor. Debemos de ser capaces de dibujar un mapa de todas las actividades que realizamos con el objetivo último de identificar cuáles son las que aportan valor y las que no; dentro de estas últimas tendremos las que son necesarias y las que son suprimibles ya que se pueden considerar desperdicios.
3- Crear el flujo. Este principio hace referencia al mantenimiento constante del flujo. Es necesario evitar cuellos de botella, interrupciones, eliminar riesgos y minimizar los desperdicios.
4- Establecer el pull. Es necesario que sea el cliente el que tire del proceso. Debemos evitar producir cuando el cliente no lo necesita; la base de este sistema es que los procesos de trabajo sólo dan inicio si existe una demanda. Esto permite optimizar la capacidad de los recursos y la entregar de productos / servicios solo si existe una necesidad real.
5- Mejora Continua. Búsqueda de la perfección a través de las herramientas de mejora que nos garanticen alcanzar cada vez mayor valor con el mínimo de desperdicios.